lunes, 2 de marzo de 2015

ENCUENTRAN EL PRIMER FRESCO MAYA EN GUATEMALA


Las figuras están pintadas en color negro, rojo y ocre, 
junto a signos jeroglíficos que mencionan sus nombres. 

Un equipo arqueológico hispano-guatemalteco ha hallado el primer mural maya pintado al fresco encontrado hasta la fecha en Guatemala, concretamente en el antiguo asentamiento maya de Chilonché, en el departamento de Petén, al norte del país, según informó la Universitat de València en un comunicado.
Las pinturas murales -que los investigadores consideran excepcionales- datan del siglo VIII d.C. y han sido localizadas en el interior de un antiguo palacio maya construido en el período clásico tardío (600-900 d.C.), que forma parte del conjunto monumental de la Acrópolis de Chilonché, de 15 metros de altura, oculto durante siglos en la tupida selva guatemalteca hasta que los arqueólogos lo han puesto al descubierto.

Las figuras están pintadas en color negro, rojo y ocre, 
junto a signos jeroglíficos que mencionan sus nombres. 

La habitación en la que se hallaba el mural fue clausurada intencionadamente con piedras y tierra por parte de los mayas, de ahí su buen estado de conservación. 
Se pueden apreciar varias escenas profusamente coloridas que recrean un acontecimiento histórico en el que se realizaron ofrendas a un personaje especial.
Las figuras, masculinas y femeninas y de diferentes tamaños, se arremolinan adoptando diferentes actitudes, junto a unos signos jeroglíficos que mencionan sus nombres.
Su desciframiento, por parte del epigrafista Alfonso Lacadena, de laUniversidad Complutense de Madrid, ha permitido profundizar en la historia dinástica de las distintas ciudades, los conflictos bélicos que mantenían, sus relaciones diplomáticas, las creencias religiosas que compartían y los dioses que veneraban. 
El proyecto arqueológico La Blanca -de la Universitat de València (UV), la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad San Carlos de Guatemala (USAC)- arrancó en 2004 con el fin de recuperar la antigua ciudad maya de La Blanca, que durante más de un milenio había permanecido abandonada y sepultada en la selva tropical guatemalteca.
En 2009 comenzó la investigación en Chilonché, situado a 17 kilómetros al sureste de La Blanca. Ese mismo año, el equipo arqueológico, dirigido por Gaspar Muñoz (UPV) y Cristina Vidal (UV), halló en la Acrópolis de Chilonché un enorme mascarón maya de más de 2.000 años de antigüedad. 
El proyecto La Blanca cuenta, además, con el apoyo financiero de Príncipe Claus, una fundación holandesa, con fondos de cooperación al desarrollo a través del programa 0,7 de la Universitat de València y con una subvención del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.
El sitio arqueológico aún permanece poco explorado, por lo que podría deparar nuevos tesoros de la cultura maya.


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