sábado, 19 de octubre de 2013

Según investigadores Los Mayas se destruyeron solos

 

En la cúspide de su civilización, aproximadamente en el año 900 después de Cristo, las ciudades mayas se encontraban repletas de gente. De pronto, todo quedó en calma. El profundo silencio fue testigo de uno de los desastres demográficos más grandes de la historia de la humanidad: la desaparición de lo que alguna vez fue la vibrante sociedad maya ¿Qué sucedió? Algunos investigadores, patrocinados por la Nasa, creen tener una muy buena idea de lo que ocurrió: “Lo ocasionaron ellos mismos”, dice el veterano arqueólogo Tom Sever. “Los mayas casi siempre son descritos como personas que vivían en total armonía con su entorno”, relata el estudiante de doctorado Robert Griffin. “Pero al igual que muchas otras culturas que vivieron antes o después de ellos, los mayas terminaron deforestando y destruyendo su paisaje como resultado de sus esfuerzos por ganarse la vida a duras penas en épocas difíciles”.
Una gran sequía tuvo lugar cerca del momento histórico durante el cual los mayas comenzaron a desaparecer. Y, al momento de su caída, ya los mayas habían cortado la mayor parte de los árboles ubicados a lo largo de grandes franjas de tierra con el fin de despejar terreno para cultivar el maíz que alimentaría a su creciente población. “Tenían que quemar 20 árboles para calentar la piedra caliza que les servía para hacer apenas un metro cuadrado de cal que utilizaban como material para construir sus formidables templos y monumentos”, explica Sever.
Arqueóloga lo desmiente
Sin embargo, la arqueóloga, norteamericana Cameron McNeil, quien es experta en el uso que se daba a las plantas en el pasado, desmintió esta teoría mediante estudios hechos en el sector de Río Amarillo, Copán.
“Se hizo muy popular la idea de que los mayas destruyeron el medio ambiente aquí y que esa fue una de las causas de la desaparición de su civilización, pero la realidad es que no hay evidencia de eso aquí.
Analicé columnas de sedimento que saqué de lagunas en el valle para saber cómo estaba el ambiente en el pasado y encontré que hubo muchos más árboles en el período clásico tardío que en el clásico temprano, o sea que ellos manejaban su medio ambiente muy bien”, expresó la arqueóloga.
Consecuencias
Mientras que Tom Sever y su equipo de investigadores dicen que utilizaron simulaciones realizadas en computadora para reconstruir el modo en el cual la deforestación pudo haber desempeñado un papel muy importante en el empeoramiento de la sequía.
Los registros arqueológicos muestran que la caída de las ciudades-estado de los mayas sí tuvo lugar durante los períodos de sequía; sin embargo, algunos de ellos lograron sobrevivir e incluso prosperar.
Los mayas llevaron a cabo la deforestación mediante la agricultura de tala y quema. “Lo que nosotros creemos es que la sequía ocurrió de modo distinto en diferentes áreas”, explica Griffin. “Nuestra hipótesis es que los aumentos de la temperatura y las disminuciones de las precipitaciones ocasionadas por la deforestación local causaron problemas lo suficientemente graves como para ‘empujar hacia el precipicio’ a algunas, aunque no a todas, las ciudades-estado”.
Ningún factor puede, por sí mismo, llevar a toda una civilización a la ruina, pero la deforestación que ayudó para que se produjera la sequía podría muy fácilmente haber exacerbado otros problemas como: disturbios sociales, guerra, hambre y enfermedades.
“Sabemos que por cada período de uno a tres años en los cuales se cultive una porción de tierra, se necesita dejarla en barbecho recuperándose durante 15 años. Durante ese tiempo, los árboles y el resto de la vegetación puede volver a crecer mientras se tala y se quema otra área de cultivo”.
Pero, ¿qué ocurre si no se deja la tierra en barbecho el tiempo suficiente como para que se pueda recuperar? ¿Y qué sucede si se tala más y más tierra para poder satisfacer la demanda de alimento?
“Nosotros creemos que eso fue lo que ocurrió”, dice Griffin. “Los mayas arrasaron con extensas porciones de tierra cultivándolas en exceso”. La sequía no solo hizo que fuera difícil cosechar alimento suficiente, sino que también habría provocado que fuera más difícil para los mayas almacenar agua suficiente como para sobrevivir durante la temporada seca.
Las ciudades trataron de mantener una reserva de agua que durara un período de 18 meses”, dice Sever. “En Tikal, por ejemplo, había un sistema de represa que contenía millones de galones de agua. Sin suficientes precipitaciones, las reservas se secaron”. La sed y la hambruna no colaboran para mantener feliz a una población. Lo demás es historia.
“En algunas de las ciudades mayas se han hallado fosas comunes que contienen esqueletos con incrustaciones de jade en los dientes (algo que ellos reservaban para la élite maya); de modo que tal vez, en este caso, se trate de aristócratas asesinados”, especula él.
Muchos de esos hallazgos son el resultado de técnicas de imágenes que tienen como base el espacio, señala Sever. “Mediante la interpretación de datos de satélite obtenidos por medio del espectro infrarrojo, hemos localizado cientos de ciudades antiguas abandonadas cuya existencia se desconocía.

viernes, 4 de octubre de 2013

Sitio Arqueológico Rastrojón, Copán

Rastrojón es el nombre con el que los habitantes de la zona han reconocido durante los últimos 50 años el área ubicada a 2km al noreste del Grupo Principal del Parque Arqueológico de Copán Ruinas 

Los Mayas construyeron en este lugar dos grupos arquitectónicos residenciales monumentales, uno de los cuales ha estado bajo investigación durante los últimos 7 años (2007-2013).
Las excavaciones revelaron colapsos arquitectónicos dramáticos no encontrados antes en el Valle de Copán. Estudios geomorfológicos confirmaron la presencia en el sitio de una falla geológica con depresiones pronunciadas.
Este fenómeno natural de mucha importancia en el pensamiento religioso de los Mayas en general, junto a los ojos o nacimientos de agua atrajo a los Mayas de Copán a este lugar. Sin embargo, la naturaleza misma de la piedra del sitio hizo del cerro un lugar inestable para construir edificios pesados de mampostería.
Obviamente los Mayas no estaba conscientes del movimiento gradual de la tierra y las consecuencias de construir en un terreno inestable.
Los edificios con sus cuartos abovedados construidos totalmente con bloques de piedra canteada, equipadas con bancas estucadas y adornados con escultura fina en sus exteriores, indican que Rastrojón fue ocupado por un grupo de personas de la nobleza de la sociedad copaneca. Aunque la era de edificios monumentales escultóricos de Rastrojon data de ca. 700 d.C., el área fue ocupada desde mucho antes del establecimiento de la dinastía de K'inich Yax K'uk' Mo' en 425 d.C., y mucho más tarde, después de su colapso el 822d.C.. Eso hace de este lugar un sitio único en el Valle de Copán.

El estilo de las esculturas, de la misma calidad que las Estelas de Copán, implica que fue comisionada por uno de los gobernantes más destacados en el arte, probablemente en el reino del 13 gobernante (695-738 d.C.). La imagen central del programa escultórico es de un felino sobrenatural (Koj) con elementos cruz kan en sus orejeras (Kan), que aparentemente le dio su nombre al cerro (Witz) -Kan Koj Witz . De las fauces del puma que representa el cerro, salía la imagen de un personaje real.
Este personaje fue esculpido con los atributos de un guerrero y con los símbolos que recuerdan el 12 gobernante de la dinastía copaneca. 
A cada lado de la puerta de la fachada principal se imponía la imagen de un puma sobrenatural mas pequeño que el anterior resguardando la entrada al edificio.
La ubicación del sitio en un lugar estratégico en el Valle de Copan, unido al material arqueológico (puntas de lanza y flecha) y los temas escultóricos sugiere que Rastrojón fue un lugar diseñado para la defensa de la ciudad durante el tiempo de mayor conflicto político del reino de Copán y para honrar la memoria de uno de los gobernantes más importantes en la historia dinástica de la ciudad.