Copán Ruinas,
Honduras
¿Cómo será Copán tras el 2012?
Por David Sedat - Arquéologo
Como muchos ya saben, el 21 de diciembre de 2012 la antigua “cuenta larga” del calendario maya cumple un gran ciclo de 13 baktunes, o sea un período inmenso de aproximadamente 5,125 años en total. Este gran ciclo calendárico de 13 baktunes inició en el año 3114 antes de Cristo, en nuestro calendario llamado gregoriano, y muchos, incluyendo Hollywood, están tratando de decir que los mayas tenían una profecía de un fin del mundo para 2012.
¿Será cierto que los mayas guardaban un presagio del fin del mundo para 2012?, y ¿qué decían los antiguos mayas de Copán al respecto? Afortunadamente para toda la humanidad, no hay nada en Copán que hable del fin del mundo cuando caduque el gran ciclo de 13 baktunes en este 2012.
Los antiguos copanecos sí registraron su creencia de que la cuenta de los 13 baktunes (en 3114 a.C) comenzó con una nueva creación del mundo por los dioses después de que la época anterior fue destruida por un gran diluvio, causado por una guerra entre los dioses del cielo y del inframundo. Puede ser que los mayas antiguos sí guardaban cierto temor de que se repitiera un fin del mundo al acabarse un gran ciclo de tiempo como lo sería un período de 13 baktunes, pero no dejaron evidencias de este temor en sus textos escritos en piedra, posiblemente porque las inscripciones en las estelas se dirigían a glorificar a los gobernantes. Si los mayas tenían augurios de una terminación de este mundo al finalizar los 13 baktunes, es más probable que los guardaban en sus libros (códices), escritos sobre papel de la corteza del amate.
Desafortunadamente, solo 4 fragmentos de estos libros de materiales perecederos han sobrevivido debido a que los monjes españoles (particularmente el fraile Diego de Landa en 1562) durante la conquista quemaban todos los códices mayas que hallaban, pensando que eran obras del diablo y con estos actos, muchas de las claves para entender al mundo maya fueron destruidas.
Mediante la arqueología vislumbramos las últimas décadas del Copán antiguo (800-830 después de Cristo) cuando los sacerdotes ya veían la sombra de un holocausto inminente, la degradación del medio ambiente con la deforestación de las montañas, la pérdida del suelo por erosión disminuyendo los cultivos vitales de maíz, frijol y otros comestibles, la mengua de los manantiales de agua potable y hasta de la abundancia del invierno por la falta de árboles para atraer la humedad atmosférica.
Es decir, quizás ya distinguían de cerca un espectro de hambruna, sequía, y colapso de la sociedad como un cataclismo más inmediato e implacable que las incertidumbres del calendario.
Es decir, quizás ya distinguían de cerca un espectro de hambruna, sequía, y colapso de la sociedad como un cataclismo más inmediato e implacable que las incertidumbres del calendario.
Con el abandono de Copán poco después del año 830 d.C, la selva pronto volvió a tragar las plazas y aún los templos más altos, hasta que fue aniquilada la memoria de la grandeza de los reyes de Xukpij Oxwitik (nombre antiguo de Copán). No tenemos que ser pesimistas para el futuro, conociendo el pasado nos da lugar a evadir ser condenados a repetir la historia.
En Copán existen notables esfuerzos para regenerar los bosques, proyectos para combatir la deforestación, ensayos para cultivar sosteniblemente en pendientes pronunciadas, programas para mejorar e introducir agua potable para comunidades marginales, etcétera. En 2012 abriremos una ventana nueva para el mundo entero de la grandeza del antiguo futuro de Xukpij Oxwitik.
David Sedat. Arqueólogo que desde hace 20 años trabaja estudiando la acrópolis en Copán, investigador asociado con la Universidad de Pensilvania.
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